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Foro Mundial de la Economía Social y Solidaria (GSEF), mayo de 2023

Del 1 al 6 de mayo, la ciudad de Dakar (Senegal) acogió a más de 5.000 personas de todo el mundo, procedentes de 250 ciudades y 70 países, en el Foro Mundial de la Economía Social y Solidaria (GSEF). La red intercontinental INSP !R estuvo presente con la participación de varios miembros como WSM, IPROFOTH (organización de apoyo y promoción de los trabajadores domésticos en Perú), RIPESS-America Latina & Caribe (Red Internacional de la Economía Social y Solidaria – America Latine & Caribe), AJE (Action Jeunesse & Environnement, Senegal), RAESS (Réseau d'Economie Sociale et Solidaire d'Afrique), así como la red nacional ruandesa INSP !R. Estos representantes pudieron afirmar, durante sus numerosas intervenciones (realizadas en colaboración con las redes RIPESS intercontinental y RIPESS Europa), que la economía social y solidaria es una excelente herramienta para brindar a las personas acceso a la protección social universal.

Para tod@s l@s participantes del GSEF, toda la población mundial tiene derecho a unas condiciones de trabajo decente, a unos ingresos suficientes para vivir dignamente y debe poder ser autónoma y emanciparse en un mundo habitable, mientras que el modelo económico dominante está produciendo precariedad y destrucción de nuestro planeta. Hoy en día, la economía social y solidaria (ESS) es un modelo socioeconómico apropiado para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para 2030. En el mundo entero, la economía social y solidaria está demostrando su capacidad de generar cambios positivos en las sociedades y territorios. Cada nuevo foro del GSEF nos recuerda que el poder de la ESS reside tanto en su gran unidad como en su gran diversidad. Su diversidad la hace rica en innovación y experimentación, al tiempo que respeta las culturas e identidades locales, siempre con el objetivo de alcanzar la democracia y la justicia social y medioambiental.

El Foro GSEF 2023 de Dakar se celebró en un momento especial.

En primer lugar, porque estamos saliendo poco a poco del episodio pandémico, que ha tenido dramáticas consecuencias humanitarias, sanitarias, económicas y sociales. Las organizaciones de la ESS pudieron demostrar su capacidad de resiliencia y solidaridad con las poblaciones más afectadas.

En segundo lugar, porque no todos somos iguales ante el modelo económico dominante. Hay ganadores, pero sobre todo hay perdedores. Los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes, l@s trabajadores de la economía informal y popular y de la economía de plataformas se ven especialmente afectados.

 

Combatir la desigualdad, cambiar el paradigma

 

La economía social y solidaria propone un modelo económico basado en la cooperación y no en la competencia. Las personas y la naturaleza están en el centro. La ESS es entonces un poderoso medio para invertir la tendencia negativa del mundo. Nuestro mundo actual se ve salpicado por el aumento de la desigualdad y la pobreza, las guerras, la discriminación y una sucesión de alarmantes episodios climáticos. Necesitamos un cambio de paradigma que dé prioridad a las personas y al planeta.

Tenemos que centrarnos en las condiciones específicas de los jóvenes y las mujeres, que son aún más vulnerables que el resto de la población, y cuyo empoderamiento es prioritario, así como en la mejora de las condiciones laborales y de vida de l@s trabajadores de la economía informal. El GSEF fue también una oportunidad para recordar a los gobiernos locales y nacionales sus responsabilidades: es necesario promover la transición de las economías informales a economías colectivas y sostenibles, para permitir el acceso a la protección social de l@s trabajadores que viven en la inseguridad económica. Esto también significa facilitar el acceso a los mercados, compartir servicios, experiencia, conocimientos y recursos, así como el acceso a una financiación adecuada y sostenible. Por último, y sobre todo, es necesario reconocer esta economía mediante normativas y leyes que permitan a la ESS desarrollarse en un entorno favorable.

La economía social y solidaria, una herramienta para lograr la protección social universal

Los miembros de INSP !R presentes en el GSEF de Dakar pudieron afirmar, junto con un representante de la OIT, la importancia del papel de la economía social y solidaria en la realización de la protección social universal durante una sesión pública coorganizada con RIPESS intercontinental el 4 de mayo de 2023. A través de ejemplos concretos del terreno, extraídos de las experiencias de los miembros del INSP !R y RIPESS, este taller puso de relieve el modo en que las iniciativas de economía social y solidaria desempeñan un papel clave en la concienciación de las personas sobre la necesidad de afiliarse a mutuales de salud. Los ponentes también subrayaron el papel de la ESS en la afiliación colectiva de los participantes a emprendimientos de ESS a los sistemas de seguridad social, lo que les permite acceder a sistemas universales de salud. Las organizaciones sociales presentes también pudieron demostrar la fuerza de las actividades de incidencia que llevan a cabo en sus países para presionar a sus autoridades a fin de que se elaboren regímenes de protección social que saquen a las personas de la precariedad y les ofrezcan una vida digna. Por último, otras experiencias también dieron visibilidad a las iniciativas de la Economía Social y Solidaria que implican la prestación de servicios sanitarios por sí mismas, como los servicios sanitarios básicos para las poblaciones vulnerables.

 

Los miembros del INSP !R que participaron en los talleres y sesiones del GSEF 2023 pudieron compartir sus experiencias de ESS. También participaron activamente en un taller intercontinental de intercambio organizado unos días antes del GSEF, en compañía de otros actores de la sociedad civil, como el sindicato senegalés CNTS, MDB (un actor social del microcrédito activo en Benín), la organización belga ECHOS Communications, la ONG Green (activa en Senegal y socia de la ONG belga SOLSOC) y RIPESS Intercontinental. Este taller preparatorio permitió a INSP !R y a estas organizaciones afinar sus posiciones para hacerlas públicas en el GSEF.

Los testimonios recogidos durante estos intercambios demuestran el papel vital de la ESS en la realización de la protección social universal:

Para Ernestina Ochoa, de IPROFOTH (Perú), organización social que organiza a l@s trabajadores del hogar en Lima, "hay que proteger mejor a las trabajadoras del hogar. Perú ratifico el Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo doméstico, que luego se transpuso a la legislación nacional. Contiene disposiciones destinadas a garantizar un trabajo decente, en particular estipulando que debe firmarse un contrato de trabajo y que tenemos derecho a vacaciones. El objetivo es acabar con la informalidad que permite los abusos de los empleadores, que están bien lejos de la vista de la Inspección de Trabajo porque el sitio de trabajo tiene lugar en su propia casa privada. La ley también prevé un régimen de protección social para estas trabajadoras. Pero en la práctica, tres años después de su adopción, todavía no hemos visto ningún cambio significativo. Por eso seguimos presionando a nuestros responsables políticos para que hagan realidad esta legislación. Mientras tanto, estamos poniendo en marcha proyectos de Economía Social y Solidaria, como la fabricación y venta de productos textiles que las trabajadoras domésticas mayores o que se encuentran sin trabajo por culpa de Covid pueden vender para obtener los ingresos que necesitan para sobrevivir. El siguiente paso es crear “cajas” de solidaridad autogestionadas que permitan contribuir a un sistema de seguridad social. En Senegal, unos días antes del GSEF, pude ver con mis propios ojos un sistema de este tipo en Mbour, en la región de Thiès, con la acción de AJE (miembro del INSP !R) y grupos de mujeres que transforman productos alimentarios para venderlos en el mercado senegalés.  Esto me convenció de que esas cajas funcionan bien y aportan grandes beneficios”.

 

Judith Mukamana, secretaria ejecutiva de AJE, alabó los méritos de estos fondos autogestionados creados por mujeres para mujeres. "Se está desarrollando un verdadero sentido de la solidaridad. Cada mujer comprende que es esencial lanzar colectivamente una iniciativa en el marco de la economía social y solidaria para acceder a la protección social. Gracias a nuestra colaboración con GRAIM, una mutua de seguros miembro de INSP!.R, podemos ofrecer a nuestras socias la posibilidad de afiliarse a una mutua de salud que las protege a ellas y a sus familias mediante el acceso a servicios sanitarios universales. Y es un éxito, que también se explica por el hecho de que estamos realizando una enorme labor de sensibilización sobre las ventajas de las mutuas. Ante la falta de ayuda del Estado, la sociedad civil no se queda de brazos cruzados y pasa a la acción!”

Para Séraphin Gasore, coordinador de la red nacional INSP !R de Ruanda ("INSP !R ZAMUKA"), el acceso a la financiación de las iniciativas de Economía Social y Solidaria es el nervio de la guerra. "En mi país existe un sistema de seguridad social universal al que toda la población está afiliada de forma automática y gratuita. Pero el país carece de oportunidades en términos de empleo, lo que debilita a la gente porque no puede disfrutar de una vida digna. Recientemente se ha puesto en marcha un sistema de financiación de la economía social y solidaria, pero aún presenta graves deficiencias que impiden a las personas desarrollar sus iniciativas en un entorno favorable. Presionamos activamente con INSP!R para que el sistema sea más descentralizado, para que las decisiones de financiación tengan en cuenta las especificidades de las localidades y de las poblaciones. Lo que está en juego es enorme. Con mejores ingresos, la gente podrá mejorar su seguridad alimentaria, recibir una mejor educación, etc. Se trata de mejorar su vida en general.”

Pierrette Memong, Secretaria General del “Réseau Africain sur l'Economie Sociale et Solidaire” (RAESS), habló de la experiencia de Camerún, donde las carencias del sistema nacional de protección social han llevado a las mujeres a desarrollar métodos alternativos para suplirlas, en el marco de iniciativas de ESS basadas en prácticas tradicionales. "En Camerún, al poner en común sus recursos dentro de los distintos fondos autogestionados desarrollados en el seno de sus organizaciones, las mujeres implicadas son capaces de combinar las lógicas de las prestaciones sociales y de los servicios sociales. Cubren sus necesidades sanitarias y funerarias, a veces afiliándose a un seguro de enfermedad comunitario, o reembolsando los gastos directamente a un paciente atendido. Constituyen su capital mediante un sistema de préstamo flexible basado en una garantía solidaria (acceso rápido al importe solicitado gracias a procedimientos simplificados, tipo de interés bajo (1%), plazo de reembolso adaptado a la actividad, etc.). Están en condiciones de equiparse. El grupo también puede actuar como garante si un miembro desea comprar equipamiento en el mercado, ya sea para uso comercial o familiar. Prestan servicios sociales como guarderías rotativas, trabajo rotativo en el campo y diversas formas de asistencia social (ayudas económicas o préstamos en caso de enfermedad o fallecimiento de un miembro o un familiar; bodas, bautizos, partos, etc.). Por último, contribuyen a la creación de infraestructuras comunitarias en sus localidades".

 

La fuerza de la red INSP !R reside en el hecho de que desarrolla iniciativas de Economía Social y Solidaria arraigadas en las zonas locales y orientadas a beneficiar a la población local. Centradas en las necesidades cruciales de estas personas, estas iniciativas son fuentes de trabajo decente y, por tanto, una salida de la precariedad y el acceso a la protección social universal. La red INSP !R obtiene su legitimidad y credibilidad de la experiencia sobre el terreno, que sus miembros transmiten y traducen en incidencia política. Nuestra exigencia es muy clara: la ESS debe ser considerada como una verdadera fuente de creación de empleo que promueve el trabajo decente. Debe poder gozar de reconocimiento jurídico, lo que puede lograrse mediante la adopción de leyes nacionales, reglamentos locales y convenios internacionales. Para desarrollarse de forma sostenible, debe poder beneficiarse de una financiación apropiada y adaptada a su naturaleza. Las Conclusiones Generales adoptadas en la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT en 2022 y la Resolución adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en abril de 2023 sobre este tema son pasos en la buena dirección, ya que reconocen el papel crucial de la ESS y los retos que hay que superar.

 

Ángeles Carrión (secretaría tecnica de RIPESS-América Latina y Caribe, organización miembro de la red INSP!R) también tiene la intención de aprovechar este impulso histórico, que ha visto la adopción de dos resoluciones internacionales sobre la economía social y solidaria. "Estos textos confirman el éxito de la lucha social llevada a cabo por muchos movimientos de todo el mundo que llevan mucho tiempo presionando para que se reconozca la ESS. Piden a los gobiernos cambios estructurales. Hay que crear verdaderos espacios de participación que permitan a los actores de la economía solidaria proponer alternativas al sistema económico capitalista tradicional. Estos movimientos proponen un programa radical de reapropiación de los recursos productivos más importantes (tierra, agua, dinero y saberes) por parte de l@s trabajadores para revertir su apropiación como mercancías, que ha llevado a su acumulación en manos de unos pocos y a su explotación excesiva. Es urgente promover circuitos económicos solidarios en las regiones, reconociendo prácticas culturales específicas y diversas".

¡Para todos los miembros del INSP!R presentes en Dakar, ¡ha llegado el momento de aprovechar estos textos para hacerlos realidad y empujar así a los Estados a reconocer la ESS como una verdadera fuente de desarrollo humano sostenible!

 

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Cuando la ESS presta servicios sanitarios

En República Dominicana, el MOSCTHA, miembro de INSP !R, presta servicios sanitarios a los migrantes haitianos mediante clínicas móviles que se desplazan de pueblo en pueblo. Esta iniciativa compensa la inacción del gobierno dominicano, que prefiere cerrar los ojos ante las condiciones de vida precaria de estas personas.

 

Un experimento de afiliación colectiva a la seguridad social en la República Dominicana

El sindicato CASC, miembro de INSP!R, ha creado la mutualidad AMUSSOL, que cuenta con casi 60.000 afiliados, todos ell@s trabajadores del sector informal. AMUSSOL actúa como "empleador virtual" recaudando las cotizaciones de l@s trabajadores. El Estado dominicano, consciente de sus carencias, ha aceptado recaudar sus cotizaciones de esta forma y pagar las prestaciones sanitarias a AMUSSOL, que puede distribuirlas después entre sus beneficiarios. Normalmente, el Estado tiene la obligación legal de proporcionar seguridad social a todos, pero reconoce que aún no es capaz de poner en práctica esta decisión política.

Para saber más, lea el folleto "AMUSSOL: Acceso a la seguridad social de los trabajadores de la economía informal en la República Dominicana".